Monto a caballo, absolutamente solo,
no puedo ver el camino, a ninguna parte más
y los susurros de las sombras están llamándome
a un prohibido misterio por la orilla
y allí ella se cayó en lo profundo
al aliento de la noche, lejos de las luces del cielo
y ella dijo no grites por mí, y la abandoné
El viento grita su nombre en la brisa
pero no puedo sostenerla más
algún ángel caído ha venido a mí
y cayó pesado en mi alma
y me robó el amor que oí
Los señores del tiempo dicen nunca morir
y dijo, no grites por mí, porque estaré
montando el viento por siempre libre
alto en el viento siempre libre
pasearé en el viento siempre libre
alto en el viento siempre libre
siempre libre.
Siempre en mi corazón en llamas, quema un fuego
despierto en las noches y la escucho gritando,
gritando mi nombre
montando el viento por siempre libre
alto en el viento siempre libre
pasearé en el viento siempre libre
alto en el viento siempre libre
siempre libre.